Causas de las bolsas, ojeras y arrugas del rostro

¿Por qué se acumula líquido debajo de los ojos?

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Cuando los líquidos se acumulan debajo de la piel alrededor de tus ojos, éstos se hinchan y aparecen las bolsas. Veamos sus causas y soluciones.

Las ojeras y bolsas pueden producirse como consecuencia de problemas circulatorios, cuando no llega bien el oxígeno a la zona de los ojos a través de la sangre.

Los problemas circulatorios provocan que los nutrientes esenciales que necesita el cuerpo se repartan mal, lo que ejerce una presión adicional en los nervios de las zonas donde no llega bien la sangre, el oxígeno y otros nutrientes esenciales que ésta transporta.

Como consecuencia de ello, algunos líquidos se acumulan y se quedan “atascados” en algunas zonas del cuerpo donde dicha circulación sanguínea es pobre.

Cuando los vasos capilares se hinchan y se desgastan, como le ocurre a aquellos que se encuentran alrededor de los ojos, se producen daños, provocando que los líquidos acumulados se filtren por debajo de la piel que se encuentra alrededor de tus ojos.

Esta retención de líquidos puede producirse por diferentes razones, entre las que se encuentran:

  • Un consumo excesivo de sal.
  • Una reacción excesiva a los cambios climatológicos.
  • Cambios hormonales drásticos como los que se producen durante el embarazo, el desarrollo del ciclo menstrual o la menopausia, o como consecuencia del uso de pastillas anticonceptivas.

Causas alimenticias

Eres lo que comes” puede parecer un frase tópica, pero es la realidad.

La comida es la gasolina de tu cuerpo y, exactamente como la gasolina en el caso de los coches, tiene su influencia en cada una de las partes de tu cuerpo.

Como consecuencia de ello, algunos alimentos pueden favorecer y provocar la retención de líquidos.

Si no mantienes una dieta equilibrada, esto puede ser la causa de tus ojeras y tus bolsas, por lo que intenta minimizar el consumo de algunos alimentos que son conocidos por favorecer especialmente la inflamación, como son:

  • El azúcar.
  • Las grasas saturadas.
  • Los carbohidratos refinados.
  • El gluten (una proteína que se encuentra en productos tales como el trigo, la cebada, la avena y otros granos).
  • La caseína (una proteína que aparece en los productos lácteos).
  • El alcohol.

Si en tu dieta aparecen muchos de estos productos y no hay suficientes frutas y verduras (que actúan como anti-inflamatorios), es el momento de recuperar tu equilibrio alimenticio.

Para contrarrestar este efecto, puedes aumentar el consumo de alimentos que contienen fibra, tales como:

  • Las semillas.
  • Los granos enteros.
  • Las legumbres.
  • Las judías.
  • Las nueces.
  • Las verduras y las frutas.

Por otro lado, los productos herbal te ayudan a drenar el exceso de agua de tu cuerpo, dado que la fibra absorbe el exceso de agua a medida que pasa a través de los intestinos grueso y delgado.

Las alergias

Si sufres alergias estacionales o eres alérgica al pelo de algunos animales, al polen, a los perfumes o a algunos alimentos en particular, sabrás que las reacciones alérgicas causan inflamaciones muy importantes y notables.

Incluso las reacciones alérgicas más leves pueden provocar una respuesta inflamatoria por parte del cuerpo.

De hecho, este tipo de inflamaciones son parte del proceso de recuperación del cuerpo.

Por lo tanto, si crees que tus ojeras se vinculan a un proceso alérgico, se pueden tratar con ayuda de cremas anti-inflamatorias y antiestamínicos.

Calor

Cuando el calor aumenta, parece que las ojeras se convierten en tus compañeras inseparables.

Esto sucede porque el calor provoca una expansión de tus tejidos corporales y si la piel que está debajo de tus ojos es especialmente fina, se te formarán ojeras muy fácilmente.

Aunque es normal que nuestro cuerpo intente auto-regular su temperatura durante el día, por la noche, cuando nuestro cuerpo descansa, este trabajo pasa a ser aún más difícil.

Por lo tanto, si crees que el calor es la causa de tus ojeras, lo mejor es que duermas en una habitación bien ventilada y que cambies la ropa de cama para que se adapte lo mejor posible a los cambios de la temperatura.

Estrés y fatiga

El estrés y la fatiga son un de las causas principales de la aparición de las ojeras.

Cuando el cuerpo siente que necesita curarse de algo, activa los recursos inflamatorios que anteriormente hemos mencionado.

Si esto está causando tu problema, date a ti misma un día libre. Relájate y disfruta de algo de tiempo para ti. Te aseguramos que esto hará maravillas para tus ojeras.

Inactividad física

El ejercicio es necesario para estimular al sistema linfático y animarle a seguir trabajando para regular el exceso de líquidos, guiando los fluidos hacia el torrente sanguíneo a un ritmo adecuado para mantener unos niveles idóneos de los mismos.

El ejercicio reduce la retención de líquidos eliminando el exceso de sal y de agua del cuerpo a través de un aumento del flujo de orina, del sudor y del ritmo respiratorio.

Si se hace ejercicio de forma regular, también mejorará tu circulación sanguínea y fortalecerá tus vasos sanguíneos.

Como puedes ver, moverse de forma habitual es necesario para evitar la retención de líquidos.

Por lo tanto, para tratar las ojeras, puedes intentar realizar actividades tales como montar en bicicleta o caminar de manera habitual, de forma que tales actividades te puedan ayudar a liberar el exceso de agua y de otros líquidos que puedas estar acumulando.

Cambios en el sistema circulatorio

Capilares

En el caso de los vasos capilares, se puede producir retención de agua si la presión dentro de los mismos cambia, sobre todo si lo hace de forma brusca, o si sus paredes se vuelven demasiado porosas.

Si esto ocurre, el exceso de líquido se liberará en el espacio que existe entre las células y parte del mismo se quedará en los tejidos, lo que provocará inflamación en varias partes de tu cuerpo, incluyendo la piel que rodea tus ojos.

El sistema linfático

El sistema linfático drena un fluido llamado linfa de los tejidos y lo libera en el torrente sanguíneo.

Pero si el sistema linfático está atascado, el fluido puede permanecer en los tejidos, provocando que se inflamen varias partes del cuerpo, incluyendo la piel que se encuentra debajo de los ojos.

El corazón

Si el corazón empieza a fallar, se produce un cambio en la presión sanguínea, lo que a menudo provoca una retención de líquidos muy importante, habitualmente en la zona de las piernas, los pies y los tobillos, pero también puede provocar que el líquido se acumule en otras partes de tu cuerpo, como es la zona de las ojeras.

Los riñones

En la mayoría de las ocasiones, los riñones pueden eliminar todos los desechos sobrantes que produce el cuerpo.

Sin embargo, si la sangre que llega a los riñones está demasiado contaminada, dichos desechos, incluidos los líquidos, no pueden ser totalmente eliminados del cuerpo, por lo que se produce una importante retención de fluidos.